Abstract

En los últimos años se viene observando en muchas ciudades de nuestro país un incremento notable de las llamadas genéricamente “escuelas deportivas”. Suelen estar patrocinadas o al menos apoyadas por los poderes públicos (Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, Consejo Superior de Deportes, etc.) y su finalidad especifica al margen de la concepción educativa en que estén basadases la de ofrecer enseñanza deportiva a niños en edad escolar (entre 68 y 1314 años) y a veces también a jóvenes hasta 1718 años, en horarios que suelen ser después del colegio (a partir de las 5 de la tarde) o los sábados por la mañana.
Uno de los mayores problemas con que se encuentran estas escuelas deportivas aparte de los relativos a instalaciones, material, profesorado, apoyo administrativo, etc.es el económico, pues un objetivo común es que a ellas puedan acceder el mayor número posible de niños o jóvenes que lo deseen, aunque tengan pocos medios económicos. Para los patrocinadores, por tanto, se trata de intentar ofrecer el máximo de horas de clase al máximo de niños, por el mínimo de dinero. En último extremo, el parámetro que se suele usar para evaluar las posibilidades de implantación o el rendimiento de unas escuelas deportivas es el económico: coste del programa por cada niño o joven inscrito.
Este planteamiento tiene el inconveniente de que en la práctica se tienda a considerar que la calidad de los programas de escuelas deportivas esté en función directa del dinero invertido, lo cual no tiene por qué ser siempre cierto. Unas escuelas deportivas “baratas” pueden tener gran calidad, mientras que unas “caras” pueden no tenerla. En mi opinión, es necesario disponer de criterios para evaluar esta “calidad” en función del rendimiento social y no sólo del rendimiento económico. En el Cuadro 1 se ofrecen algunos criterios de evaluación desde ambos puntos de vista; puede observarse que los de tipo social son mucho más abundantes que los de tipo económico.
Las lineas que siguen ofrecen a la consideración de los lectores una serie de parámetros de análisis del rendimiento social de unas escuelas deportivas. Unos se refieren al comportamiento de los alumnos, y permiten objetivar el grado de aceptación de los programas. Otros están relacionados con el desarrollo de las clases, por lo que permiten detectar la existencia de problemas de organización. Todos ellos se han venido utilizando en las Escuelas Deportivas Municipales de Sant Cugat del Valles.
Antes de pasar a describirlos, hay que prevenir contra su uso acrítico o demasiado lineal. Los parámetros que ahora veremos son un instrumento de medición que se pretende objetivo, por lo que nos informarán de la magnitud de una serie de realidades, pero no nos dirán nada sobre sus causas. Parar esto, serían necesarios instrumentos sociológicos, que complementarían los datos objetivos.