Abstract

Un conocimiento del alumno en sus diversos aspectos intelectual, afectivo y motor son siempre variables importantes a considerar en un proceso de aprendizaje.
En el caso que nos ocupa que es el aprendizaje de tareas motrices y su valoración siempre es difícil de dar unas líneas con matices para cada caso en particular, sin embargo, podemos orientarnos con mayores posibilidades de éxito con trabajos y estudios relativos al tema. Cuando enseñamos tareas motrices a los alumnos con disminución psíquica el problema es mayor, primero porque no se conocen en la actualidad muchas incógnitas relacionadas con la disminución psíquica y la actividad fisica, segundo; porque todo tipo de programa motor tiene que ser adaptado a las posibilidades de los individuos en concreto y ello dificulta de gran forma el establecimiento de programas curriculares sistematizados. Tercero que como consecuencia de lo anteriormente comentado la única posibilidad que creemos puede solucionar parcialmente la cuestión es la investigación de estos procesos educativos.